Las chapas personalizadas son muy fáciles de crear y tienen múltiples aplicaciones (se utilizan con fines promocionales, publicitarios, identificativos, conmemorativos, etc.). Las chapas clásicas y  más conocidas son las que llevan el alfiler incorporado para sujetarlas a cualquier prenda o tejido, pero también existen novedades en estos artículos, y encontrarás chapas de llavero, con imán, abrebotellas, con espejo, e incluso para diadema o coletero. El proceso de creación consta de 3 sencillos pasos: IMPRIMIR el diseño en papel, RECORTAR el papel impreso al tamaño adecuado y MONTAR las chapas.

En este post vamos a compartir contigo los consejos más útiles para que puedas crear las chapas perfectas.

Antes de iniciar el proceso de elaboración debes tener en cuenta el tamaño de las chapas que vas a crear. El tamaño de la chapa determinará el tamaño del diseño que debes imprimir, y en consecuencia el tamaño del disco que debes recortar.

Quieres que la chapa completa esté cubierta por el diseño, pero debes tener en cuenta que el borde exterior del disco impreso deberá doblarse por todo el perímetro de la chapa y deberá tener suficiente extensión para quedar sujeto por la trasera de la chapa. No obstante, debes asegurarte de que el diseño/letras, etc. esté suficientemente separado del borde del disco impreso para no quedar oculto al montar las chapas.

Así debes crear 3 círculos superpuestos:

• El círculo interior o de imagen marca el área de la imagen que estará visible en la chapa (imagen y texto). Asegúrate de que el contenido de la chapa (texto e imagen) esté totalmente dentro de este círculo.
• El círculo intermedio marca el borde o canto de la chapa. Aunque la imagen debe llegar hasta el borde, si tienes textos o caras de personas en tu imagen debes asegurarte de que no caigan en el borde.
• El círculo exterior marcará la línea de corte y no será visible cuando la chapa esté montada. Debe tener el mismo color que el círculo intermedio por si queda parcialmente visible después de montar la chapa. Respeta estas medidas con máxima precisión para facilitar el montaje, y ten en cuenta que el grosor del papel también influye.

Las medidas exactas de cada uno de estos círculos dependerán del tamaño de la chapa, puedes experimentar y registrar los valores óptimos. En esta tabla, nosotros te ofrecemos unos valores aproximados:

¿Cómo hacer chapas en 3 pasos?

1. Imprimir el diseño

Tanto para el uso comercial como particular, el proceso de creación de una chapa es una pequeña tarea artística. Se trata de plasmar una imagen en una pequeña superficie, y posiblemente las chapas estarán en circulación durante mucho tiempo.

Elige un diseño atractivo, puede ser una fotografía, un logo, etc. Es recomendable utilizar un programa de diseño gráfico para crear una plantilla para cada tamaño de chapa. De este modo, conseguirás que el diseño esté perfectamente enmarcado en la chapa y que la chapa completa está decorada.

Imprime tu diseño sobre papel utilizando cualquier impresora doméstica. Es recomendable que el grosor de papel sea de 90 o 100 g/m2. Este tipo de papel garantiza que sea consistente a la vez que permite doblar bien los bordes del diseño.

2. Recortar el diseño

Recortar el papel correctamente es extremadamente importante para poder realizar el montaje de las chapas. Se puede utilizar un cortador circular o unos alicates cortacarátulas, estos instrumentos permiten ajustar el corte a distintos diámetros. Comprueba que la herramienta de corte seleccionada permite cortar discos del diámetro adecuado para las chapas que vas a fabricar. La inversión en este tipo de instrumentos se amortiza por el ahorro en tiempo de corte y en menos fallos de montaje.

3. Montar las chapas

El montaje de las chapas se realiza con una máquina para chapas, que funciona como una prensa y es muy fácil de usar. Puedes utilizar moldes de distinto tamaño según el diámetro de las chapas.

La máquina que monta las chapas lo hace en 2 pasos sencillos:

1. En el primero dobla conjuntamente el papel y la lámina transparente protectora sobre la chapa.
2. En el segundo paso, aplica la trasera de la chapa, que puede ser de varios tipos: pin, imán, llavero, abrebotellas,…

Chapa y trasera encajan a presión perfectamente y, salvo que se desmonte la chapa intencionadamente, ya no se soltarán. Los bordes del papel quedan perfectamente recogidos, para que no se suelten.

El ajuste de la máquina de chapas es delicado, pero una vez logrado no suele desajustarse nunca. El ajuste se realiza en función del tipo de chapa: cada modelo de trasera otorga un espesor total distinto a la chapa, por lo que hay que ajustar la altura del segundo paso del montaje.

Ahora te mostramos el proceso completo en este videotutorial:

Y si ya estás metido en el mundo de las chapas personalizadas, nos gustaría que nos escribieras para contarnos ¿qué tipo de chapas has creado? ¿Qué diseños has utilizado? ¿Cuál era la aplicación de las chapas?

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