Las planchas tipo sándwich o 'clamshell' son las más habituales. Su uso y mantenimiento es sencillo, ocupan poco y los modelos más económicos son perfectos para empezar a personalizar.
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Este tipo de planchas, con diseño similar a una sandwichera, también son conocidas como ‘clamshell’ por su modo de cierre. Estas máquinas son las más habituales a la hora de empezar en el mundo de la personalización, ya que su uso y mantenimiento es sencillo y ocupan poco espacio.
Si no sabes qué plancha transfer es la que mejor se adapta a tu modo de trabajo y nivel de producción, a continuación te explicamos cuáles son las 3 características claves a la hora de elegir tu plancha:
1. ¿De qué tamaño son los productos que vas a personalizar?
Las dimensiones del artículo determinarán el área de impresión y, por lo tanto, el tamaño del plato de la plancha. Hay muchas medidas, desde platos pequeños de 15x15 cm hasta grandes planchas con platos de 120x100 cm. En algunos casos, podrás encontrar diferentes dimensiones dentro del mismo modelo de plancha.
Si es tu primera plancha, te recomendamos que te inclines por medidas de plato algo superiores a las necesarias. De esta manera, podrás personalizar otros productos más grandes o estampar varios a la vez y optimizar el tiempo de trabajo.
2. ¿Panel de control digital o analógico?
Las planchas transfer funcionan basándose en 3 parámetros: temperatura, tiempo y presión. Según la técnica de personalización, el material utilizado y el artículo a personalizar aplicarás unas variables u otras.
Para poder regular estos parámetros, las planchas llevan incorporado un panel de control digital o analógico para seleccionar el tiempo y la temperatura deseada. En la mayoría de modelos, estos controles son digitales y permiten trabajar con una mayor rapidez y precisión, consiguiendo así mejores resultados. Pero también hay planchas sandwich más económicas que lo llevan analógico.
3. ¿Plancha manual, semiautomática o automática?
En esta categoría podrás ver que las planchas incorporan mecanismos de apertura y cierre manuales, semiautomáticos o automáticos, pero ¿cuál elegir?
· Planchas manuales: Son las más sencillas y económicas. Su sistema de apertura y cierre es manual, por lo que el ajuste de presión es subjetivo y podría traducirse en mayor número de errores. No obstante, son la solución perfecta si cuentas con un presupuesto ajustado o vas a utilizar la plancha de manera ocasional.
· Planchas magnéticas o semiautomáticas: Cuentan con un sistema de cierre manual y apertura automática. Es decir, la plancha se debe cerrar manualmente y una vez transcurrido el tiempo se abre automáticamente gracias a los electroimanes que incorpora. Esto permite una mayor productividad, ya que el usuario puede desempeñar otras tareas mientras la plancha está funcionando. Sin embargo, el ajuste de presión sigue siendo subjetivo.
·Planchas automáticas: Estas máquinas tienen un sistema de apertura y cierre automático y pueden ser:
- Neumáticas: Son la versión más sofisticada y productiva. El sistema de cierre y apertura está accionado por aire gracias a uno o varios pistones y para ello es necesario un compresor. Gracias a este mecanismo, el ajuste de presión es regulable por un manómetro.
- Eléctricas: El sistema de cierre y apertura es efectuado por un motor y la presión que realiza el plato de calor es regulable desde el panel de control. En este caso, no es necesaria la ayuda de un compresor.
Manuales | Magnéticas | Neumáticas | Eléctricas |
---|---|---|---|
Sencillas y económicas | Mayor productividad | Funcionan con un compresor | Sin necesidad de compresor |
Cierre y apertura manual | Cierre manual y apertura automática | Cierre y apertura automática | Cierre y apertura automática |
Presión subjetiva | Presión subjetiva | Presión regulable | Presión regulable |